La Maternidad Subrogada en Colombia: Un Panorama Jurídico y Práctico

En Colombia, la maternidad subrogada es una práctica legal desde hace varios años, gracias a una decisión de la Corte Constitucional Colombiana. Esta sentencia no solo legitimó la práctica, sino que también invitó al Parlamento colombiano a regular el sector de manera más detallada. Sin embargo, a pesar de que se han presentado tres proyectos de ley para establecer un marco normativo específico para la subrogación de maternidad, ninguno de ellos ha completado su proceso legislativo. Por lo tanto, hoy en día son los tribunales los que determinan las reglas mediante decisiones judiciales, y las sentencias sobre el tema están aumentando considerablemente.

Aspectos Médicos y Jurídicos

Desde el punto de vista médico, el proceso de maternidad subrogada en Colombia es completamente comparable al de otros países, gracias a la presencia de clínicas privadas de altísimo nivel, con personal capacitado en Europa, que ofrecen programas a costos relativamente más accesibles que en otras partes del mundo.

En lo que respecta al reconocimiento legal de la filiación, Colombia se distingue por su apertura hacia todo tipo de padres intencionales. Familias heterosexuales, parejas homosexuales y personas solteras pueden acceder a la subrogación de maternidad y obtener el reconocimiento de su estatus de padres. El proceso de registro del niño puede realizarse en el registro civil local o en notarías. En la mayoría de los casos, se prefiere la vía notarial debido a su mayor rapidez.

Tiempos de Salida y Reconocimiento de la Filiación

Otro aspecto ventajoso de la maternidad subrogada en Colombia es la rapidez con la que se puede completar el proceso y regresar al país de origen. Generalmente, el segundo viaje – es decir, el que sigue al nacimiento del bebé – dura alrededor de 3 a 4 semanas. Esto representa una gran ventaja para los padres extranjeros, que pueden regresar a su país en un plazo relativamente corto.

Además, Colombia permite el reconocimiento de la filiación solo de los padres intencionales, o, dependiendo de la legislación del país de origen, puede ser necesario un procedimiento inicial en el que se reconozca a la madre subrogada. En este caso, se realiza un proceso judicial que dura aproximadamente ocho meses, al final del cual se elimina a la madre subrogada del certificado de nacimiento y se reconoce a los padres intencionales como los únicos padres. Esta práctica es particularmente útil para aquellos países, como España, que dificultan el retorno de niños nacidos mediante subrogación. De hecho, un procedimiento transitorio que inicialmente reconoce a la madre subrogada y luego aclara la situación de subrogación evita que el niño corra el riesgo de quedar apátrida.

Colombia incluso ha recibido una recomendación de un tribunal nacional que aconseja seguir este proceso para evitar problemas derivados de las legislaciones restrictivas de algunos países, protegiendo así los derechos de los niños nacidos mediante maternidad subrogada.

Conclusión

Colombia se está consolidando como uno de los destinos más accesibles para la maternidad subrogada, ofreciendo no solo un sistema jurídico flexible y abierto, sino también una excelente infraestructura médica. Mientras se espera la adopción de una ley específica, los tribunales continúan definiendo los límites de la práctica, garantizando a los padres intencionales un proceso claro para el reconocimiento de la filiación y un rápido retorno a sus países de origen.